Cuando una persona con Alzheimer se agita nos enfrentamos a una situación particular que puede generar en el cuidador mucha tensión, nerviosismo y confusión, incluso llevando a no saber cómo reaccionar. Os dejamos consejos muy generales e importantes que llevar a cabo en ese momento, aunque como hemos dicho cada situación es particular ya que la causa puede ser variada, desde un cambio de humor, un efecto secundario de una pastilla o un dolor:
- Calma: por tu parte la persona debe percibir tranquilidad, que podemos transmitir hablando con voz suave y gestos suaves, evitando acciones bruscas. En caso de agresión física, es importante retirar cualquier objeto que pueda producir daño e intentar calmarle con gestos de cariño.
- Anticipación ante este hecho: si identificamos la causa o causas que llevan a esta situación debemos adelantarnos para que no se den, por ejemplo, si ocurre en espacios nuevos o en sitios muy concurridos.
- Vocabulario sencillo: para evitar incrementar la situación de confusión y angustia de la persona evitamos usar un lenguaje complejo, usando expresiones sencillas y preguntas complicadas.
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