Un cachorro de labrador amarillo creado en California en prueba como terapia para personas con Alzheimer.
Este cachorro mueve su cabeza de lado a lado, su cola y gruñe, tiene sensor de voz y responde a las caricias humanas. Todo ello lo hace muy realista por lo que es apropiado para ayudar a personas con Alzheimer, siendo tan preciso como para diferenciar una caricia lenta de una rápida y más fácil de cuidar que un perro de verdad.
Conocemos a Tombot y también hace tiempo os presentamos a Biscuit. Hay estudios que demuestran que la terapia con animales, en este caso con perros, es muy beneficiosa para personas con Alzheimer pero no siempre es accesible un animal real por el cuidado y las necesidades que tiene. Por ello el mundo de la robótica se ha puesto manos a la obra para suplir esta necesidad y como vemos cada vez los prototipos van siendo más cercanos a la realidad y más precisos.
Este año el lema para el Día Mundial del Alzheimer es #Evolución y aquí tenemos una muestra de ello.
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