Celebrar la Navidad

   En estas fechas tan señaladas todos queremos ser partícipes de las celebraciones y no solo queremos, sino que debemos hacer partícipe a toda la familia. La Fundación Pasqual Maragall nos deja unos consejos para celebrar la Navidad con una persona con Alzheimer.

1. Poner en antecedente a todos los que participen en la celebración. Explicar al resto de personas cuál es el estado actual de la persona y ponerles en aviso de ciertas situaciones desagradables que se puedan dar debido a los cambios de humor, para que no pille por sorpresa y la reacción sea lo más pronta y efectiva posible.
2. Guiarse por el criterio del cuidador. Es bueno seguir conservando las tradiciones a la hora de la celebración, aunque si suponen traslados o cambios que vayan en detrimento de la persona lo mejor es simplificarlo, siempre guiándonos por el criterio del cuidador, que es quien más conoce cómo puede afectar todo.
3. Los niños. Sin duda alguna si algo da alegría en una celebración son los niños, pero hay que tener en cuenta que son inagotables y la vitalidad de un niño puede llevar al agotamiento de una persona con Alzheimer. Por lo que cuando la compañía pase de ser motivo de disfrute a agobio es mejor limitarla.
4. Hablarle de uno en uno en un ambiente relajado. Es importante que sea una sola persona la que se dirija a él/ella o, si la conversación es en grupo, que nos dirijamos de uno en uno, así evitaremos mayor confusión, que puede llevar al nerviosismo o al aislamiento.
5. Tener un espacio de descanso. Tener un sitio de tranquilidad o  para retirarse en momentos de estrés o nerviosismo es importante, evitando así llegar a situaciones extremas. Muy útil también para la sobremesa, ya que es algo muy típico tras comidas en estas fechas y que puede llegar a agotar a la persona.
6. Incluirle en los regalos. Os hablamos recientemente sobre qué regalar a personas con Alzheimer, es importante no aislarle en aspectos en los que todos somos partícipes.
7. Hacerles partícipes con la decoración, con el juego y la música: que ayuden con la decoración, que sean uno más a la hora de realizar juegos tranquilos o que escuchen y canten villancicos es una forma de hacerles partícipes, sentirse útiles y no apartados de todo lo que conlleva la celebración.
8. Un respiro para el cuidador: son fechas en las que somos muchos los que participamos de las celebraciones por lo que sería conveniente repartirse el cuidado de la persona con Alzheimer dando un respiro al cuidador principal y habitual y permitiendo así que todos disfrutemos de las fiestas.

¡FELIZ NAVIDAD!

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