Hoy es el Día Mundial de la Bicicleta y vamos a aprovechar para recordar que el sedentarismo y la falta de actividad física juega en nuestra contra cuando hablamos de Alzheimer.
La explicación es muy sencilla: según envejecemos el cerebro tiende a "encogerse", pero las personas que practican actividad física suelen tener más volumen que las personas sedentarias.
A continuación os dejamos un artículo llevado a cabo en EEUU en el que se relaciona la actividad física, el volumen del cerebro y el riesgo de padecer demencia. En él se concluye que cuanto mayor actividad física menor riesgo de padecer demencia, no siendo necesaria una actividad física intensa para reducir el riesgo.
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