El Alzheimer altera los receptores a nivel perceptivo, lo que conduce a que la persona tenga un déficit en el reconocimiento y categorización de los elementos de nuestro entorno. Por ello se recomienda trabajar mediante intervenciones cognitivo-sensoriales promoviendo la estimulación.
La sala Snoezelen o sala Multisensorial nos permite trabajar en torno a 4 modalidades sensoriales:
- El tacto: a través de la piel nos llega información de objetos, pudiendo incluso reconocerlos o asociarlos solo tocándolos. Trabajaremos en la sala con diferentes texturas.
- La vista: la mayoria de la información que procesamos nos viene dada a través de este sentido. Por ello lo trabajaremos tanto mediante luces y destellos como intentando evocar recuerdos pasados.
- El olfato: es un sentido muy importante en el Alzheimer. Se asocia a las emociones por lo que estimulando el olfato podemos despertar estas emociones y evocar recuerdos o buenos momentos.
- El oído: aunque oír es un proceso pasivo, necesitamos un trabajo cerebral para identificar o realizacionar los sonidos. Ya hemos hablado en otras entradas de los beneficios de la musicoterapia como método de relajación por ejemplo.
En estadíos más iniciales los objetivos de la sala son reducir el estrés, mejorar la autoestima, favorecer la orientación con el entorno y mejorar el estado de ánimo. Más avanzada la enfermedad los objetivos cambian y buscaremos mantener y mejorar la atención, la conciencia del entorno, la estimulación del lenguaje y el movimiento, así como reducir el dolor e inducir a la relajación favoreciendo la sensación de bienestar y mejorando la calidad de vida.
En nuestro Centro de Día contamos con una sala equipada para desarrollar este trabajo.
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