¡A comer!

   Es todo un reto que las personas con Alzheimer mantengan un estado nutricional correcto, por ello es importante adaptarse a la nueva situación personal y clínica. Para ello os damos una serie de consejos que pueden hacer esta tarea más fácil:

• No aislar a la persona, socializar en las comidas, manteniendo el placer de comer acompañado.
• Como cualquier actividad que se realiza con una persona con Alzheimer es importante conservar el hábito de comer y los horarios.
• Siempre que sea posible y cuando no haya que variar la dieta por temas de salud es importante respetar los gustos anteriores al comienzo del Alzheimer.
• Para promover el apetito la cocción debe ser variada y la presentación apetitosa.
• Si hay riesgo de atragantamiento es importante cortar la comida en trozos pequeños o usar texturas suaves como puré, incluyendo también si fuera necesario el uso de espesantes o gelatinas. Es preferible no mezclar diferentes texturas en el mismo plato.
• El agua es esencial. Si hay riesgo de atragantamiento administrarla con espesante o gelatinas.
• Utiliza preparados y alimentos ricos en energía. Si es necesario se puede recurrir a un aporte extra mediante suplementos o preparados.
• Controlar el peso de los pacientes, va a ser indicativo de patología.
• Ayudar a comer de manera segura y fomentar la autonomía retirando utensilios que puedan resultar peligrosos como objetos cortantes.
• Por último es esencial controlar el estreñimiento y evitarlo. Es una situación de mucha incomodidad para la persona, además puede generar pérdida de apetito. Muchas veces con movimiento y una buena alimentación e hidratación es suficiente, si no recurriremos a laxantes o enemas.

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