jueves, 30 de junio de 2016

¡Vamos a leer!

 No es fácil para un niño entender por qué su abuelo, que antes siempre estaba pendiente de él, ahora ni siquiera recuerda su nombre. Cuando el niño empieza a ser consciente del comportamiento extraño, de la pérdida de facultades, de su progresivo deterioro, es necesario explicarle qué es lo que le pasa al abuelo.  No es fácil  pero hay que hacerlo.

 Se  puede empezar diciéndole en que consiste el  Alzheimer, que es una enfermedad que hace que el cerebro vaya olvidándose de las cosas. Es muy importante hacerle ver al niño que su abuelo no está loco aunque se esté comportando de una forma rara, que hay que cuidarle mucho porque no recuerda dónde vive y se olvida de las cosas importantes que tiene que hacer.

  Que el abuelo tenga Alzheimer, no significa que el niño ya no pueda pasar tiempo con él. Las cosas han cambiado, pero sigue siendo su abuelo y el niño puede compartir con él tareas sencillas y que no impliquen responsabilidad, como regar las plantas, o caminar de la mano cuando salgáis todos juntos a pasear. También conviene reforzar en el niño la idea que su abuelo no ha dejado de quererle, sino que ahora está enfermo y necesita su presencia más que nunca.

  Lo importante es que el niño siga considerando a su abuelo como una figura fundamental en la familia. Hay que tener en cuenta que los niños imitan el comportamiento de los adultos. Si ve que los adultos de la familia siguen dándole mucho cariño al abuelo, él también lo hará. Entre todos se puede hacer que el peso de la enfermedad sea más llevadero, si os tomáis la situación con naturalidad y le transmitís seguridad al niño.

 Aprovechando que en verano tienen tiempo libre os podéis ayudar a través de los cuentos para explicar en qué consiste esta enfermedad. Os proponemos una recopilación de cuentos  clasificados por edad, para ayudar a los más pequeños a comprender esta difícil situación.

De 5 a 6 años:

La abuela necesita besitos.


Abuelita, ¿te acuerdas?


Mi abuela tiene…


El zorro que perdió la memoria.


Mi abuelo Simón lo sabe.

De 8 a 9 años:

El otoño de la abuela.


Mi abuela no se acuerda de mi nombre.



Hilos de colores.






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