Si no para de caminar ¿qué hacemos?

   Siempre hemos promovido el ejercicio físico y el caminar, el problema viene cuando se camina sin rumbo, continuamente, se sienta y no se pasa ni un minuto sentado cuando ya se lanza a recorrer el pasillo de nuevo.

   Caminar sin sentido en una persona con Alzheimer se denomina vagabundeo o deambulación. Esta conducta es difícil de modificar, suele verse aumentada en horario nocturno e implica un riesgo importante para el bienestar de la persona.

   La razón más evidente de esta conducta es que padece Alzheimer, pero hay también factores ambientales e individuales que podemos tener en cuenta y nos pueden ayudar con este hecho:

• La persona está agitada o ansiosa.
• Está desorientado, algo común, por lo tanto camina buscando un lugar familiar o un rostro conocido.
• Si la deambulación es espontánea y no una conducta habitual puede ser que esté sufriendo algún dolor o una molestia física como el estreñimiento.
• El aburrimiento.
• La persona ha sido trasladada recientemente a un lugar poco familiar.

   Todas estas razones nos llevan a pensar que la demabulación sin objetivo puede ser muy diferente de una persona a otra, por lo tanto no hay soluciones estandarizadas. Si la aparición es de forma abrupta es recomendable consultar a un médico por si la causa fuera una infección por ejemplo.

   Os vamos a dejar una serie de consejos que llevar a cabo para minimizar la problemática de esta conducta:

1. Seguridad. Un gran problema que nos encontramos con esta conducta es que la zona de deambulación no sea segura, por ello es importante estudiar retirar posibles barreras tipo alfombras o muebles para evitar caídas. Tenemos que estar seguros que no es posible que abandone la casa o piso y que acceda a la calle, y además podemos poner campanillas en las puertas para localizarle con más facilidad.
2. Usar un dispositivo GPS si hay posibilidad de que salga a la calle.
3. Realizar actividades en las que no caiga en el aburrimiento.
4. Crear un ambiente relajado, lo más familiar para la persona y en caso de encontrarnos a la persona deambulando distraerle con una pregunta u otra actividad.
5. Camuflar las puertas, para que parezcan una continuación de una pared o poner una cortina.

  

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